viernes, 6 de abril de 2007
Trayectorias
Dicen que los comienzos no son fáciles, ni siquiera los que se dan en las relaciones personales; influyen tantos factores, que por norma general escapan a nuestro control, lo que suele dar por resultado que tengamos una actitud inicial situada en algún extremo, un abismo al que nos empujamos nosotros mismos, y del que con muchas probabilidades, terminaremos cayendo empicados... desde ahí tenemos dos opciones, volver a empezar de nuevo o simplemente cerrar la puerta y no abrirla más.
Pero también... en este punto, entra en juego nuestro interior, las sensaciones, las vivencias, las esperanzas, la famosa frase de "y si a lo mejor...", llegando incluso a provocar la aceptación de que seguimos sin controlar esos factores, pero que esta vez imitaremos a la virtud, y nos colocaremos en el medio, simplemente siendo nosotros mismos, sin más defensa que algunas afiladas lenguas que sabràn parar su ataque en el momento oportuno, pero con el deseo sincero de conocer y darnos a conocer, disfrutando de los momentos que se nos brinden juntos. Así que prestemos atención a nuestro interior, a la sabiduría popular que dice "que cada persona es un mundo" y hagámonos turistas, aunque a veces tengamos que cambiar el rumbo de esas trayectorias que tuvieron un comienzo nefasto, y en vez de visitar las ciudades que aparecen en la guía de viaje, nos detengamos en esos pequeños pueblos con encanto; aprendiendo, para ello, a escalar aquellos abismos de los que un día, caímos.
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