martes, 30 de diciembre de 2008

El mundo se derrumba y nosotros nos enamoramos


Así decía una frase del guión de Casablanca, y así dice también alguna estrofa de una canción de Ismael Serrano. Y es que, el amor llega cuando menos lo espera uno; no entiende de momentos perfectos, ni de prototipos, simplemente aparece y si el mundo no se está derrumbando, él hará que así sea, al menos nuestro mundo interior, nos creará un caos dentro de nosotros y nos lanzará a una espiral vertiginosa provocándonos sensaciones placenteras y dolorosas.

El amor no avisa, ni nos llama antes para pedirnos una cita, para consultarnos si nos viene bien o no enamorarnos en este momento o en otro, sólo llega, se instala y hace de las suyas. Y en algún momento de lucidez, somos conscientes de que vivimos en una nube y que, lo que pase alrededor poco importa si el corazón está latiendo fuerte por alguien; podemos sentirnos capaces de todo si esa persona nos mira...nos volvemos vulnerables, porque nuestras defensas, las murallas que construímos con tanto esfuerzo y dedicación han sido devastasdas por este sentimiento. Nos damos cuenta de que hay una lucha entre la cabeza y el corazón, razón y pasión, y la victoria final no está en uno o en otro, sino más bien en conseguir que haya un concenso entre ambos, un punto de equilibrio que nos permita disfrutar de ese amor sin sentirnos culpables por dejarnos llevar.

lunes, 29 de diciembre de 2008

Quizás...quizás...quizás...


En ocasiones todo parece perdido, y otras son tantas las opciones que tenemos delante que quedamos saturados. A falta de unos días para dar por finalizado este 2008, yo me planteo muchos quizás, cada cual me lleva por un camino diferente, me gusta elaborar supuestos hipotéticos (que nada tienen que ver con el euribor), me gusta imaginar, dejarme llevar y perderme para volverme a encontrar, o para quedarme en algún lugar hasta que alguien consiga devolverme al mundo real.

Quizás en este año nuevo consigamos cumplir alguno de nuestros sueños, quizás podamos ser más fuertes o más débiles, quizás la esperanza venga envuelta en un papel verde con nuestro nombre en la etiqueta...

Pero hay cosas para las que no me planteo un quizás, sino más bien un yo quiero, porque yo quiero seguir contando contigo, quiero seguir escribiendo para ti y para mí, quiero estar cuando me necesites y quiero momentos de risas, de carcajadas contagiosas, de fotos, quiero un poco de cada uno de vosotros y un mucho de lo que yo pueda daros... y sé que eso puede ser, y que no necesita llevar un quizás delante.

martes, 23 de diciembre de 2008

Visitas inesperadas



A veces, los viejos fantasmas vienen a visitarme, y a veces me pregunto si será que realmente nunca se marcharon, sino que se fueron quedando aletargados y de vez en cuando despiertan, trayendo consigo todo aquello que me devuelve al pasado. Porque no vienen como las otras visitas, a hablar, a pasar un rato agradable contigo, no; vienen a revivir recuerdos que tú prefirirías dejar en algún baúl del cual hubieses perdido la llave.

No sé quién o qué los despierta, o les abre la puerta de la entrada, sólo sé que vienen y me llenan el cuerpo y el alma con sus quejidos, abriéndome las heridas que daba por cicatrizadas. Me cuesta plantarles cara, y siempre termino acomodándolos el tiempo que decidan permanecer. Es posible que algún día me enseñen algo, de momento sólo me traen a la memoria retales de mi vida, de una vida pasada, lejana, borrosa.

Hoy me han visitado, y con ello he descubierto la fragilidad de los momentos, pero de eso ya hablaremos, con o sin mis viejos fantasmas, más adelante.

Todo tiene su cara y su cruz

una palabra no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
igual que el viento esconde el agua
como las flores que esconden lodo

una mirada no dice nada
y al mismo tiempo lo dice todo
como la lluvia sobre tu cara
o el viejo mapa de algun tesoro

una verdad no dice nada
y al mismo tiempo lo esconde todo
como una hoguera que no se apaga
como una piedra que nace polvo

si un dia me faltas no sere nada
y al mismo tiempo lo sere todo
porque en tus ojos estan mis alas
y esta la orilla donde me ahogo
Carlos Varela

...Todo tiene su cara y su cruz, nada es completamente bueno, ni malo, siempre hay algo que nos ofrece un punto de reflexión, una mirada hacia nuevas rutas, en los extremos están los abismos, en el medio la virtud, con qué te quedas?

lunes, 22 de diciembre de 2008

Siempre se puede empezar de nuevo


Si tuviéramos que asociar la frase del título a una imagen, podríamos encontrar muchas opciones, una persona fotografiada en diferentes momentos, un cuaderno en blanco, un botón de reset, como veis, yo elegí éste último, porque después de escucharlo me pareció la mejor opción, al menos la que mejor se ajusta para lo que quiero contar.
Hoy hace exactamente un año que mi vida cambió por completo, dio un giro inesperado…hace un año no tenía ni idea de lo que me esperaba, de lo que se me venía encima, al mirar atrás me parece que ha pasado mucho más tiempo, porque queda muy lejos, muy en el fondo de la memoria. Todos los planes, las ilusiones, las metas propuestas se esfumaron y tuve que aprender a ser paciente, a aceptar lo que me tocaba y sobre todo aprender que siempre se puede empezar de nuevo, aunque en determinados momentos nos parezca imposible, sí que se puede.
Un año después, nada es como yo había pensado, y sin embargo estoy feliz, porque ha merecido la pena el cambio, porque he perdido y he ganado y la balanza sigue equilibrada. Ahora vuelvo a escribir para los que quieran leer, y para vaciarme por dentro cuando lo necesite, sé que hace unos meses hice el amago y se quedó en eso, un simple amago, pero como decía Machado “hoy es siempre todavía” y quizás hoy sea el momento en el que se puede empezar de nuevo, sobre todo por algunas personas que de una manera u otra me han animado a hacerlo, va por ustedes y por mí.

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