Hoy hace justamente dos años también amanecía lloviendo, pero sólo fuera de mí.
Sólo dos años en los que el tiempo unas veces se detuvo y otras pasó casi sin darme cuenta.
Como siempre, muchas cosas han cambiado, o al menos lo siento así. Quizás la que haya cambiado sea yo, también es posible, incluso diría que sería lo más acertado.
Dos años atrás amanecía y sentía miedo a lo desconocido, a aquello que se abría ante mí y que yo de una manera o de otra rehusaba. Ahora pienso que mi primer impulso no fue equivocado y que iba por el buen camino. No sabría explicar porqué pero terminé cediendo a lo que hoy deseo con todas mis fuerzas sacar de mi vida.
Ya no siento miedo, lo desconocido resultó ser sólo un espejismo. Falsedad y cinismo disfrazadas de buenas maneras. Hipocresía de alto standing, todo un lujo ser engañada de esa forma!
Dejará de llover dentro de mí, pasará la tormenta, el tiempo. Se borrarán los recuerdos buenos y malos porque no los quiero, no me sirven para nada positivo y además me falta espacio en la memoria, tengo que economizar...
Dentro de otros 365 días veremos cómo amanece, desde aquí o desde donde sea pero sin ti.