A veces, los viejos fantasmas vienen a visitarme, y a veces me pregunto si será que realmente nunca se marcharon, sino que se fueron quedando aletargados y de vez en cuando despiertan, trayendo consigo todo aquello que me devuelve al pasado. Porque no vienen como las otras visitas, a hablar, a pasar un rato agradable contigo, no; vienen a revivir recuerdos que tú prefirirías dejar en algún baúl del cual hubieses perdido la llave.
No sé quién o qué los despierta, o les abre la puerta de la entrada, sólo sé que vienen y me llenan el cuerpo y el alma con sus quejidos, abriéndome las heridas que daba por cicatrizadas. Me cuesta plantarles cara, y siempre termino acomodándolos el tiempo que decidan permanecer. Es posible que algún día me enseñen algo, de momento sólo me traen a la memoria retales de mi vida, de una vida pasada, lejana, borrosa.
Hoy me han visitado, y con ello he descubierto la fragilidad de los momentos, pero de eso ya hablaremos, con o sin mis viejos fantasmas, más adelante.
3 comentarios:
Siempre recordaré cuando mi profesor de psicología de la personalidad nos dijo con toda naturalidad que todos teníamos mundos subterráneos. No sé hasta qué punto nos ayudaría tragarnos la pildorita del olvido, al fin y al cabo "yo soy yo y mis circunstancias", no? En cualquier caso espero que esta noche acomodes a tu fantasmita lejos de la mesa del comedor y pases una Feliz Nochebuena. Yo te incluiré en mi brindis por las cosas buenas que este año me ha dado. Un beso muy fuerte.
Tranquila, que esta noche los fantasmas se van de fiesta todos juntos, con los del pasado, el presente y el futuro, como en la peli, y me dejan un rato de paz. Te llevaré en mi memoria, porque tu sonrisa me ayuda, y consigue que los días sean más alegres independientemente de las circunstancias. Feliz Navidad!!! Un abrazo enorme!
P.D. y es cierto, yo tampoco sé hasta qué punto nos ayuda esa píldorita, creo que en nada, es un engaño, un placebo...
Queremos más! casi una semana sin escribir...miro todos los días!!
Dácil
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