domingo, 13 de marzo de 2011

Vivir


Las noches que pasan sin el descanso necesario para los cuerpos.
Los días que acontecen con la sensación de no ser reales.
Los caminos que se deshacen para volverse a dibujar.
La esperanza que termina dando sentido a lo que somos o anhelamos.
El miedo que nos mantiene alerta y nos recuerda que todavía se puede perder a pesar de la experiencia.
Los besos que sin ser dados se poseen.
Las miradas, confidencias en silencio.
La mano amiga que nos consuela y nos alivia. 
La adolescencia robada y devuelta a modo de retales.
El pensamiento que se vuelve a llenar.
Los sueños rotos reformulados para tener una segunda oportunidad.
El sonido de la lluvia golpeando suavemente los cristales.
El cariño que se adivina en los gestos.
La inquietud de ver llegar la hora...

Razones y consecuencias. Estoy viva. Sigo aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

..ó una segunda, o una tercera e incluso una cuarta ó quinta...oportunidad.

Podrán caer los castillos, aquellos que un día construimos o deseemos construir sobre los que creimos firmes cimientos, quizá durante un tiempo(más grande para unos, más pequeño para otros) también caigan la fe y la esperanza cimientos de esos castillos.

Pero ambas regresan tras la tormeta, ó quizá siempre estuvieron? para como bién dices refomular nuevamente y con mayor entusiasmo si cabe nuevos sueños, Dando paso a esa nueva oportunidad...

Bonitas reflexiones

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