Los hombres que a mí me gustan no saben llorar – dijo ella mientras le tendía un fino pañuelo de tela para que enjugara sus lágrimas. Él, no podía reprimir los sollozos, sentía su mirada de desprecio clavada en la nuca. Sabía que ante ella siempre debería haberse mostrado fuerte, como el hombre impasible que consiguió conquistarla aquella noche. Pero había pasado tanto desde ese entonces que ya no era ni la sombra de aquel galán. Sutilmente había conseguido reducirlo a aquel ser débil y pusilánime, que ahora trataba inútilmente de controlar su llanto para poder decir “no me abandones”
domingo, 27 de diciembre de 2009
domingo, 20 de diciembre de 2009
Transvase
Llevo la tristeza dentro de mí, metida en una bolsa de tela raída. De este modo, se va escapando lentamente a través del fino tejido, como si de un colador se tratase. Recuerdo que mi abuela usaba un pañal de tela, de los de toda la vida para colar la leche y luego hacer el queso. Y también recuerdo que mi abuelo desayunaba 6 galletas María, ni una más, ni una menos, siempre 6. Ahora ninguno hace estas cosas, y yo voy sintiendo que la tela de mi bolsa está cada vez más gastada, a punto de romperse en jirones, derramando así todo su contenido.
He intentado buscar otro "zurrón" (como el que usaba él cuando salía a pastorear su ganado) antes de que sea tarde y evitar así que la pena me invada al completo, pero lo cierto es que los últimos acontecimientos han acelerado tanto el proceso de deterioro, que empiezo a prepararme para lo peor.
martes, 30 de junio de 2009
Sumergida
Agua!
Agua!
Tocada!
Tocada!
Agua!
Hundida!
Agua!
Tocada!
Tocada!
Agua!
Hundida!
El 3 a 1 no me ayuda a reflotar.
Ha sido como un juego, hasta que el dolor hizo acto de presencia y caímos en la cuenta de que era más real de lo pensado.
Dices que no me entiendes, y ya no sé en qué manual mirar para ayudarte.
Tu mirada me desarma, siempre de varias formas, hoy me deja muda, inmóvil, incapaz.
No puedo pensarte más, acaso ¿merece la pena? no termino de tenerlo claro, los ejemplos que se me muestran no son tan buenos consejeros. Todo cuesta algo, nada es para siempre, es condición del ser humano, etc, etc y sin embargo olvidamos para poder empezar de nuevo, o quizás empezamos de nuevo para olvidar, misterios que se quedan por resolver porque hoy no me apetece pensar más, me canso de esperarte, de ubicarte, de tratar de ver más allá.
Puede que el 3 a 1 sea definitivo y el resultado sea el merecido. Ya no muevo más fichas, estoy sumergida, a la espera, o simplemente hibernando en pleno verano.
lunes, 18 de mayo de 2009
Chau número tres
Te dejo con tu vida
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono
estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote
M. Benedetti, hasta siempre
tu trabajo
tu gente
con tus puestas de sol
y tus amaneceres
sembrando tu confianza
te dejo junto al mundo
derrotando imposibles
segura sin seguro
te dejo frente al mar
descifrándote sola
sin mi pregunta a ciegas
sin mi respuesta rota
te dejo sin mis dudas
pobres y malheridas
sin mis inmadureces
sin mi veteranía
pero tampoco creas
a pie juntillas todo
no creas nunca creas
este falso abandono
estaré donde menos
lo esperes
por ejemplo
en un árbol añoso
de oscuros cabeceos
estaré en un lejano
horizonte sin horas
en la huella del tacto
en tu sombra y mi sombra
estaré repartido
en cuatro o cinco pibes
de esos que vos mirás
y enseguida te siguen
y ojalá pueda estar
de tu sueño en la red
esperando tus ojos
y mirándote
M. Benedetti, hasta siempre
sábado, 16 de mayo de 2009
El mago
Apareció de la manera más singular, tras un nick y en medio de uno de esos chats que congregan a tanta gente. En ese momento las preguntas atropelladas y unos cuantos trucos de cartas hicieron que ella quisiera que se volviesen a encontrar, cosa bastante imposible de no ser porque él era mago.
Pasó el tiempo, y un día de esos en que no esperaba que nada sorprendente pasase, se lo volvió a cruzar por la red. Y vaya si había mejorado su magia, ahora ya era capaz de hacer aparecer de la nada flores de plástico y pañuelos de colores. Los fuegos artificiales sacados de la chistera aún estaban por llegar.
Pasaron muchas horas de confidencias, muchas más de las imaginables y de las convenidas, eso fue forjando, sin darse apenas cuenta, una sólida amistad que superaría todas las barreras habidas y por haber, una de esas a las que se le puede colgar el cartel de “A prueba de bombas”, a pesar, queridos amigos, de que ellos lo ignoraban. Y aunque los ánimos de uno y del otro desfallecieron en multitud de ocasiones, algo, quizás la magia, los mantuvo unidos.
Ella aprendió a volar con él, a ser paciente y a entender la vida de otra manera, casi del revés. Él aprendió que una chispa era suficiente para arder el fuego, que la cobardía anidaba en su corazón y que el daño a veces nos deja fuera de combate. Juntos aprendieron que las mentiras son armas de doble filo, que tarde o temprano los castillos en la arena se desmoronan y que los cuentos de príncipes y princesas no estaban hechos para ellos.
Pasados los años, el mago y ella, siguen encontrándose de vez en cuando en el mundo paralelo de internet; haciendo caso omiso de los relojes de arena, leyendo en los subtítulos de las sonrisas del otro lo que sólo ellos saben ver y jugándose a las damas lo que no son capaces de pedirse cara a cara.
Pasó el tiempo, y un día de esos en que no esperaba que nada sorprendente pasase, se lo volvió a cruzar por la red. Y vaya si había mejorado su magia, ahora ya era capaz de hacer aparecer de la nada flores de plástico y pañuelos de colores. Los fuegos artificiales sacados de la chistera aún estaban por llegar.
Pasaron muchas horas de confidencias, muchas más de las imaginables y de las convenidas, eso fue forjando, sin darse apenas cuenta, una sólida amistad que superaría todas las barreras habidas y por haber, una de esas a las que se le puede colgar el cartel de “A prueba de bombas”, a pesar, queridos amigos, de que ellos lo ignoraban. Y aunque los ánimos de uno y del otro desfallecieron en multitud de ocasiones, algo, quizás la magia, los mantuvo unidos.
Ella aprendió a volar con él, a ser paciente y a entender la vida de otra manera, casi del revés. Él aprendió que una chispa era suficiente para arder el fuego, que la cobardía anidaba en su corazón y que el daño a veces nos deja fuera de combate. Juntos aprendieron que las mentiras son armas de doble filo, que tarde o temprano los castillos en la arena se desmoronan y que los cuentos de príncipes y princesas no estaban hechos para ellos.
Pasados los años, el mago y ella, siguen encontrándose de vez en cuando en el mundo paralelo de internet; haciendo caso omiso de los relojes de arena, leyendo en los subtítulos de las sonrisas del otro lo que sólo ellos saben ver y jugándose a las damas lo que no son capaces de pedirse cara a cara.
jueves, 14 de mayo de 2009
Una canción especial
Para mí, una de las canciones de amor más bonitas que existe, no puedo escucharla sin sentir cada una de las palabras cantadas, sin sentir la historia de Matilde y Antoine, sin emocionarme porque el amor es tan grande, tan sincero y sentido...
De niño bailaba canciones del moro,
el baile venía de adentro y así se inventaban los modos.
De niño soñaba olores profundos,
las mezclas de espuma, colonia
y sudor de unos pechos desnudos.
Creció con su sueño y un día le dijo:
Acabo de verte y ya sé que nací pa' casarme contigo.
Matilde mi vida, Matilde mi estrella,
le dijo que si nos casamos Antoine y bailó para ella.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
Cariño y ternura, colonias y besos,
te tengo, me tienes,
quisiera morirme agarrado a tus pechos.
El amor es tan grande, tan sincero y sentido,
que un día de lluvia Matilde
acabó por tirarse en el río.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
Mejor buenos recuerdos que un pasado perdido,
por eso un buen día Matilde acabó por tirarse en el río.
Lo que fue tan hermoso que no caiga al olvido,
te estaré recordando por siempre
Matilde que tú no te has ido.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día ya no quiera bailar conmigo.
Abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
De niño bailaba canciones del moro,
el baile venía de adentro y así se inventaban los modos.
De niño soñaba olores profundos,
las mezclas de espuma, colonia
y sudor de unos pechos desnudos.
Creció con su sueño y un día le dijo:
Acabo de verte y ya sé que nací pa' casarme contigo.
Matilde mi vida, Matilde mi estrella,
le dijo que si nos casamos Antoine y bailó para ella.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
Cariño y ternura, colonias y besos,
te tengo, me tienes,
quisiera morirme agarrado a tus pechos.
El amor es tan grande, tan sincero y sentido,
que un día de lluvia Matilde
acabó por tirarse en el río.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
Mejor buenos recuerdos que un pasado perdido,
por eso un buen día Matilde acabó por tirarse en el río.
Lo que fue tan hermoso que no caiga al olvido,
te estaré recordando por siempre
Matilde que tú no te has ido.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día ya no quiera bailar conmigo.
Abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
lunes, 11 de mayo de 2009
Cumpliendo años
Hace días que cumplí un año más de vida, y hace tiempo que suelo decirle a una buena amiga que de mayor quiero ser como ella, a pesar de que sólo me lleva tres años. Suelo pararme a pensar en lo que haré de mayor, como si todavía me costara dejar atrás el país de nunca jamás y todas aquellas cosas que nos atan a la época de la infancia o de la adolescencia. Algunos dicen que lo que cuenta es tener el espíritu joven, no lo sé, aún no he llevado al mío a hacerle el chequeo ni a ponerle la vacuna de los 18, no sé en qué estadio se encuentra la verdad; creo que la madurez no le pilla muy de cerca.
Pero sí sé que cuando sea mayor me gustaría dedicarme a todas esas cosas que ahora por falta de tiempo no hago como debería.
Cuando sea mayor me gustaría ser un poco más tenaz y menos volátil.
Cuando sea mayor me gustaría pasar tardes tranquilas hablando y riendo con viejos amigos.
Cuando sea mayor quiero hacer tartas y que mi casa huela dulce, a vainilla, canela o a pasteles recién horneados.
Cuando sea mayor quiero ser mi propia jefa y decidir cómo, cuánto y dónde voy a hacer lo que tenga que hacer.
Cuando sea mayor quiero sentarme en azoteas abiertas a contemplar cielos azules de primavera.
Cuando sea mayor seguiré celebrando mis cumpleaños entre piñatas, chocolate, tartas, velas, carreras y risas.
Cuando sea mayor sabré fotografiar aquello tal cual mi retina y mi mente lo perciben.
No me importa demasiado saber cuándo llegará el momento, porque mientras tanto seguiré pensando en las cosas que haré cuando sea mayor.
Pero sí sé que cuando sea mayor me gustaría dedicarme a todas esas cosas que ahora por falta de tiempo no hago como debería.
Cuando sea mayor me gustaría ser un poco más tenaz y menos volátil.
Cuando sea mayor me gustaría pasar tardes tranquilas hablando y riendo con viejos amigos.
Cuando sea mayor quiero hacer tartas y que mi casa huela dulce, a vainilla, canela o a pasteles recién horneados.
Cuando sea mayor quiero ser mi propia jefa y decidir cómo, cuánto y dónde voy a hacer lo que tenga que hacer.
Cuando sea mayor quiero sentarme en azoteas abiertas a contemplar cielos azules de primavera.
Cuando sea mayor seguiré celebrando mis cumpleaños entre piñatas, chocolate, tartas, velas, carreras y risas.
Cuando sea mayor sabré fotografiar aquello tal cual mi retina y mi mente lo perciben.
No me importa demasiado saber cuándo llegará el momento, porque mientras tanto seguiré pensando en las cosas que haré cuando sea mayor.
miércoles, 29 de abril de 2009
El lobo ya no da miedo
La semana pasada se publicaba un estudio estadounidense que afirmaba que el lobo ya no da miedo. Ahora a los niños lo que les provoca temor son los terremotos, las guerras, la posibilidad de ser raptados, disparos en un colegio, etc, vamos, las cosas cotidianas en el mundo en el que estamos viviendo.
Cuando lo escuché sentí pena, pensar que los miedos actuales de esos pequeños son tan reales que no se irán si les dejas la luz encendida, o que no podrás cambiar el cuento para que el malo sea bueno y no se coman a la pobre Caperucita, es desolador.
Cómo nos cambia la vida sin que nos demos cuenta, no es que cuando fuese una niña el lobo fuera mi pesadilla nocturna, pero sí es cierto que al leer los cuentos siempre me daba cierto pánico que terminara engullendo a alguno de los personajes.
Decía una de mis profesoras que los cuentos tradicionales son muy crueles, que eso de contarle a un niño que alguien es devorado por un lobo no era nada educativo y que podía provocar trastornos...mmmmmmmm (este es el ruido que hago cuando pienso)...digo yo, ¿es mejor que los miedos sean tan cercanos, tan palpables? ¿hasta qué punto debemos permitir que sean conscientes de las tragedias diarias que nos rodean? ¿acaso eso les ayuda a no ser tan fantasiosos, a madurar?...podría seguir preguntando cosas, pero ninguna me llevaría a nada, porque mi opinión es que la infancia sólo se vive una vez, y los miedos que en ella podamos o no cultivar deberían ser aquellos que nuestros mayores pudieran erradicar en un plis-plás, que ya habrá tiempo después para conocer y temer el horror que cada día nos vomitan los telediarios.
Cuando lo escuché sentí pena, pensar que los miedos actuales de esos pequeños son tan reales que no se irán si les dejas la luz encendida, o que no podrás cambiar el cuento para que el malo sea bueno y no se coman a la pobre Caperucita, es desolador.
Cómo nos cambia la vida sin que nos demos cuenta, no es que cuando fuese una niña el lobo fuera mi pesadilla nocturna, pero sí es cierto que al leer los cuentos siempre me daba cierto pánico que terminara engullendo a alguno de los personajes.
Decía una de mis profesoras que los cuentos tradicionales son muy crueles, que eso de contarle a un niño que alguien es devorado por un lobo no era nada educativo y que podía provocar trastornos...mmmmmmmm (este es el ruido que hago cuando pienso)...digo yo, ¿es mejor que los miedos sean tan cercanos, tan palpables? ¿hasta qué punto debemos permitir que sean conscientes de las tragedias diarias que nos rodean? ¿acaso eso les ayuda a no ser tan fantasiosos, a madurar?...podría seguir preguntando cosas, pero ninguna me llevaría a nada, porque mi opinión es que la infancia sólo se vive una vez, y los miedos que en ella podamos o no cultivar deberían ser aquellos que nuestros mayores pudieran erradicar en un plis-plás, que ya habrá tiempo después para conocer y temer el horror que cada día nos vomitan los telediarios.
miércoles, 25 de marzo de 2009
Cambiando el cuento
Decidí dejar de ser princesa para ser bruja, claro que, podía haber sido la más bruja de todas las princesas o la más princesa de todas las brujas y así haber disfrutado de los privilegios de ambos gremios. El caso es que un día, sin pensarlo mucho; porque estas cosas si se piensan no se hacen, me quité de encima los príncipes azules, los castillos, los grandes reinos, los lujosos e incómodos vestidos y me pasé al otro lado, donde no necesitaba mucho más que una escoba, que de eso siempre hay en cualquier casa, el famoso gato negro y malicia; de esto último siempre me sobró. No creáis que me olvido de la verruga, estoy esperando para hacerme mayor y que me salga sola, dicen que eso crece con los años, no es cuestión de ponerse una falsa, qué tipo de bruja sería con una verruga postiza ¿eh? Nadie me tomaría en serio.
Un amigo me dijo, cuando lo conocí, que todas las chicas estamos locas y somos algo brujas, y no precisamente porque adivinemos el futuro, sino porque en nuestro mundo interior anida una maldad adormecida que en ocasiones, queriéndolo o no, llega a ser bastante cruel en todos los sentidos de la palabra. Después de negárselo, porque por aquel entonces aún me creía princesa, acabé por darle la razón. Lo que pasa es que, hay quienes prefieran quedarse en su cuento siendo la chica estupenda y maravillosa que se termina casando con el apuesto pretendiente, para ir a comer perdices y no sé cuántas cosas más y que de vez en cuando dejará aflorar su lado perverso presa de un ataque de histeria, pánico o algo similar. Y las hay, como yo, que asumiendo esta verdad eligen sacarle partido y dedicarse a hacer conjuros, trastocando de vez en cuando al resto de mortales y surcando los cielos de noches de luna llena con el último modelo de escoba a propulsión mientras el gato maúlla en la ventana .
Un amigo me dijo, cuando lo conocí, que todas las chicas estamos locas y somos algo brujas, y no precisamente porque adivinemos el futuro, sino porque en nuestro mundo interior anida una maldad adormecida que en ocasiones, queriéndolo o no, llega a ser bastante cruel en todos los sentidos de la palabra. Después de negárselo, porque por aquel entonces aún me creía princesa, acabé por darle la razón. Lo que pasa es que, hay quienes prefieran quedarse en su cuento siendo la chica estupenda y maravillosa que se termina casando con el apuesto pretendiente, para ir a comer perdices y no sé cuántas cosas más y que de vez en cuando dejará aflorar su lado perverso presa de un ataque de histeria, pánico o algo similar. Y las hay, como yo, que asumiendo esta verdad eligen sacarle partido y dedicarse a hacer conjuros, trastocando de vez en cuando al resto de mortales y surcando los cielos de noches de luna llena con el último modelo de escoba a propulsión mientras el gato maúlla en la ventana .
viernes, 20 de marzo de 2009
Echando los cerrojos
Si pienso en los buenos momentos que vivimos, temo ser arrastrada por la culpabilidad y el arrepentimiento; por eso cada vez que me asalta uno de esos recuerdos, también traigo a la memoria los otros, aquellos en los que el dolor se instaló con profundidad en mi ser y en los que pude ver esa otra cara tuya, la que no adivinaba cuando todo era magia y felicidad. No me quedo sólo con lo malo, pero a estas alturas, soy capaz de decir con total neutralidad que lo negativo venció con creces lo positivo. ¿Qué debo hacer? ¿Qué haces tú? Me pregunto, si tú, como yo, pensarás que lo más maravilloso también fue lo más devastador, marchitando sentimientos, trastornando vidas, cambiándonos para siempre.
La desesperación es mala consejera, lo sé, y quizás por aquello debería pedirte perdón, pero no me sale, ya no, lo único que deseo es que lo que me queda por vivir no lo haga pensando siempre en ti y en lo que hice. No fue lo correcto, debería decírtelo, pero estoy segura de que terminaría justificándome, diciendo que tus actos anteriores fueron los precursores sin duda. Lo lamento, sí, lo lamento, pero más por mí que por ti, no te mereces ni que te piense, ni que me preocupe, sabes tan bien como yo que no. Te perdoné, te disculpé, busqué excusas para cada uno de tus desplantes y traté de entender lo que todo el mundo decía que no era posible.
Contigo perdí la inocencia, la ingenuidad y a cambio gané la desconfianza y la capacidad de controlar sentimientos, de deshacerlos. Hoy escribo esto, porque es la puerta que quiero cerrar, necesito dejarlo fuera para seguir caminando en paz, para que mi conciencia me perdone. Seguiremos adelante, y si la vida nos vuelve a cruzar, no nos conoceremos y ya no podrás adivinar lo que esconde mi sonrisa, esa será mi mejor venganza.
La desesperación es mala consejera, lo sé, y quizás por aquello debería pedirte perdón, pero no me sale, ya no, lo único que deseo es que lo que me queda por vivir no lo haga pensando siempre en ti y en lo que hice. No fue lo correcto, debería decírtelo, pero estoy segura de que terminaría justificándome, diciendo que tus actos anteriores fueron los precursores sin duda. Lo lamento, sí, lo lamento, pero más por mí que por ti, no te mereces ni que te piense, ni que me preocupe, sabes tan bien como yo que no. Te perdoné, te disculpé, busqué excusas para cada uno de tus desplantes y traté de entender lo que todo el mundo decía que no era posible.
Contigo perdí la inocencia, la ingenuidad y a cambio gané la desconfianza y la capacidad de controlar sentimientos, de deshacerlos. Hoy escribo esto, porque es la puerta que quiero cerrar, necesito dejarlo fuera para seguir caminando en paz, para que mi conciencia me perdone. Seguiremos adelante, y si la vida nos vuelve a cruzar, no nos conoceremos y ya no podrás adivinar lo que esconde mi sonrisa, esa será mi mejor venganza.
jueves, 19 de marzo de 2009
Chinijos
Desde siempre, por una razón o por otra, he estado muy relacionada con los niños, esos pequeños seres, pequeños por fuera y grandes por dentro, que pueden despertar en nosotros sentimientos tan contrapuestos como la ternura y la frustración, es verdad, a mí me pasa casi a diario.
Mi trabajo actual se centra en ellos, en ayudarlos de una manera o de otra a superar ciertas dificultades, reconozco que me gusta lo que hago, y mucho, que cuando elegí la carrera lo hice a conciencia y por vocación, lo que no sabía por ese entonces es que además de recibir muchas recompensas personales también iba a pasar por momentos de "delirio", como por ejemplo el de hoy, me encuentro delante de uno de estos peques y no consigo que su cerebro interiorice una mínima secuencia de lo que estoy diciendo, y mira que se esfuerza, él y yo, y pone mil caras extrañas tratando de imitar mi gesto que a juzgar por su cara ya está empezando a rozar las expresiones de uno de los hermanos Calatrava, pero no hay manera, empiezo a respirar profundamente, cogiendo en cada bocanada una pizca de paciencia, sonrío, lo miro, su cara denota expectación, si se lo pido lo intentará otra vez y puede que ésta sí lo consiga, aunque mañana ni se acuerde ¡qué digo mañana! dentro de cinco minutos, pero no importa, lo volvemos a intentar, conseguimos rozar con los dedos el objetivo y yo soy feliz, él también con su punto azul, pero yo más, porque vencimos la dificultad aunque fuese sólo hoy, durante un instante, y a nivel personal eso es una gran victoria que consigue hacerme retornar del delirio.
Mi trabajo actual se centra en ellos, en ayudarlos de una manera o de otra a superar ciertas dificultades, reconozco que me gusta lo que hago, y mucho, que cuando elegí la carrera lo hice a conciencia y por vocación, lo que no sabía por ese entonces es que además de recibir muchas recompensas personales también iba a pasar por momentos de "delirio", como por ejemplo el de hoy, me encuentro delante de uno de estos peques y no consigo que su cerebro interiorice una mínima secuencia de lo que estoy diciendo, y mira que se esfuerza, él y yo, y pone mil caras extrañas tratando de imitar mi gesto que a juzgar por su cara ya está empezando a rozar las expresiones de uno de los hermanos Calatrava, pero no hay manera, empiezo a respirar profundamente, cogiendo en cada bocanada una pizca de paciencia, sonrío, lo miro, su cara denota expectación, si se lo pido lo intentará otra vez y puede que ésta sí lo consiga, aunque mañana ni se acuerde ¡qué digo mañana! dentro de cinco minutos, pero no importa, lo volvemos a intentar, conseguimos rozar con los dedos el objetivo y yo soy feliz, él también con su punto azul, pero yo más, porque vencimos la dificultad aunque fuese sólo hoy, durante un instante, y a nivel personal eso es una gran victoria que consigue hacerme retornar del delirio.
viernes, 13 de marzo de 2009
Mi burbuja
Vivo en un saco, pegado al suelo, vivo en un saco, lleno de trastos...una conocida canción cuenta esto, y yo les cuento a ustedes que a mí me pasa algo similar, aunque lo mío no es un saco, es una burbuja, mi burbuja, que se ha ido formando día tras día, situada a mi alrededor, asentada la mayor parte del tiempo en el campo, en una parte de campo de mi maravillosa isla...
Hace años que no volvía de esta manera a mi tierra, y de alguna forma había renegado de ella, creyendo que ya no era igual, que no tenía el mismo encanto que cuando yo era niña y descubría muchas cosas con la inocencia de la primera vez, este último año, no sólo me ha permitido sentirme bien en mi burbuja sino que además me ha devuelto el afecto por mi isla, que tras un invierno como el que hace muchos años, tanto como la vida que llevo vivida, no se daba, está más bonita que nunca.
Desde mi burbuja, o desde el trocito de campo puedo divisar cosas como la que os muestro en la foto, y adoro la sensación que provoca en mí, el posar la mirada en algún lugar de mi alrededor y quedar hipnotizada por lo que veo; de este modo he conseguido reconciliarme con esa parte de mí que se negaba a volver al lugar que me vio crecer, como si de una terapia de choque se tratase la magia del entorno ha ido golpeando con su presencia, con su magnificencia, el caparazón que me cubría hasta transformarlo en lo que es hoy mi burbuja, cálida y acogedora, donde siempre encuentro la paz que a veces me falta como consecuencia del vivir.
Hace años que no volvía de esta manera a mi tierra, y de alguna forma había renegado de ella, creyendo que ya no era igual, que no tenía el mismo encanto que cuando yo era niña y descubría muchas cosas con la inocencia de la primera vez, este último año, no sólo me ha permitido sentirme bien en mi burbuja sino que además me ha devuelto el afecto por mi isla, que tras un invierno como el que hace muchos años, tanto como la vida que llevo vivida, no se daba, está más bonita que nunca.
Desde mi burbuja, o desde el trocito de campo puedo divisar cosas como la que os muestro en la foto, y adoro la sensación que provoca en mí, el posar la mirada en algún lugar de mi alrededor y quedar hipnotizada por lo que veo; de este modo he conseguido reconciliarme con esa parte de mí que se negaba a volver al lugar que me vio crecer, como si de una terapia de choque se tratase la magia del entorno ha ido golpeando con su presencia, con su magnificencia, el caparazón que me cubría hasta transformarlo en lo que es hoy mi burbuja, cálida y acogedora, donde siempre encuentro la paz que a veces me falta como consecuencia del vivir.
jueves, 12 de marzo de 2009
Insomnio
No puedo dormir, tengo sueño, estoy cansada y sin embargo mi mente se resiste a dejarse llevar en brazos de Morfeo, permitiéndome así desconectar del mundo real.
Hace tiempo que me pasa esto, hace tanto que ni recuerdo cuando empezó, supongo que fue por la misma fecha en que las ojeras se instalaron en mi rostro, tendría que mirar fotos pasadas para concretar el momento.
Lo raro de todo, es que cuando finalmente me duermo, una oleada de sueños absurdos, extraños, inquietantes hacen acto de presencia y si había alguna posibilidad de despertar despejada y descansada, se esfuma.
¿Qué es lo que me lleva a esto? no tengo ni idea, por más vueltas que le doy, no consiguo hallar una respuesta, quizás es que me estoy haciendo mayor, y dicen que cuando eso pasa uno necesita menos horas de sueño...¿os parece aceptable?
Tengo la sensación de que mi cabeza empieza a funcionar a partir de las ocho de la noche, más o menos, no es que de repente comience a pensar en todo lo que no había pensado, ni haga reflexiones filosóficas sobre mi vida, no, digo que empieza a funcionar porque es justo un rato antes de irme a la cama, cuando me vienen a la cabeza muchas ideas, comienzos de historias, planteamientos que me gustaría escribir en el blog, posibles actividades para las sesiones de mis niños...y así, muchas cosas más, y claro, con este panorama digamos que por muy cansada que esté, es bastante improbable que cierre los ojos y sin más, quede sumida en un profundo sueño. Lo mejor de todo, es que no lo puedo evitar, me gusta pensar en eso, imaginar, pero cuando quiero dormir...quiero dormir y no encuentro el botón de off del cacharro que llevo encima de los hombros, mañana le preguntaré a mi madre si ella recuerda dónde metió el manual de instrucciones en el que seguro venía una ilustración, con números que señalaban cada cosa y te decían lo que era, quizás lo encuentre, digo, el botón, y mañana sí consiga vencer este extraño insomnio.
Hace tiempo que me pasa esto, hace tanto que ni recuerdo cuando empezó, supongo que fue por la misma fecha en que las ojeras se instalaron en mi rostro, tendría que mirar fotos pasadas para concretar el momento.
Lo raro de todo, es que cuando finalmente me duermo, una oleada de sueños absurdos, extraños, inquietantes hacen acto de presencia y si había alguna posibilidad de despertar despejada y descansada, se esfuma.
¿Qué es lo que me lleva a esto? no tengo ni idea, por más vueltas que le doy, no consiguo hallar una respuesta, quizás es que me estoy haciendo mayor, y dicen que cuando eso pasa uno necesita menos horas de sueño...¿os parece aceptable?
Tengo la sensación de que mi cabeza empieza a funcionar a partir de las ocho de la noche, más o menos, no es que de repente comience a pensar en todo lo que no había pensado, ni haga reflexiones filosóficas sobre mi vida, no, digo que empieza a funcionar porque es justo un rato antes de irme a la cama, cuando me vienen a la cabeza muchas ideas, comienzos de historias, planteamientos que me gustaría escribir en el blog, posibles actividades para las sesiones de mis niños...y así, muchas cosas más, y claro, con este panorama digamos que por muy cansada que esté, es bastante improbable que cierre los ojos y sin más, quede sumida en un profundo sueño. Lo mejor de todo, es que no lo puedo evitar, me gusta pensar en eso, imaginar, pero cuando quiero dormir...quiero dormir y no encuentro el botón de off del cacharro que llevo encima de los hombros, mañana le preguntaré a mi madre si ella recuerda dónde metió el manual de instrucciones en el que seguro venía una ilustración, con números que señalaban cada cosa y te decían lo que era, quizás lo encuentre, digo, el botón, y mañana sí consiga vencer este extraño insomnio.
viernes, 6 de marzo de 2009
No importa
Y qué más da si no te veo, si te busco y me pierdo, yo no sé si mañana llegaremos, si tan siquiera, seremos.
Y qué más da si hoy importa lo que dije, callamos o salió de tu boca, yo sé que, de seguro, eso el tiempo lo borra.
Y qué más da si logramos ser más fuertes, más grandes, eternos, si con ello, no conseguimos alcanzar nuestros sueños, sentirnos contentos.
Y qué más da si camino de lado, si vivo en mi mundo, si ya, apenas salgo, si no veo la tele, ni escucho a Gardel con sus tangos, si ayer me dejé olvidada la esperanza en tus manos.
Y qué más da si hoy importa lo que dije, callamos o salió de tu boca, yo sé que, de seguro, eso el tiempo lo borra.
Y qué más da si logramos ser más fuertes, más grandes, eternos, si con ello, no conseguimos alcanzar nuestros sueños, sentirnos contentos.
Y qué más da si camino de lado, si vivo en mi mundo, si ya, apenas salgo, si no veo la tele, ni escucho a Gardel con sus tangos, si ayer me dejé olvidada la esperanza en tus manos.
miércoles, 4 de marzo de 2009
Sin avisar
Un día te levantas y te das cuenta de que cierta cosa, en tu vida, ha cambiado, ¿será el influjo de la luna? preguntas, ¿será momentáneo o permanente?, ¿será que hice algo para que eso cambiase? pero no sabes el qué; lo que es cierto es que, casi de repente, te enfrentas a ese cambio, no sabes muy bien cómo llevarlo, porque desconeces lo que lo ha propiciado, haciendo más difícil la adaptación a la novedad, y tampoco sabes lo que pasará más adelante, pero ahora mismo eso no importa porque lo que te ocupa el pensamiento es que ya no es como antes y un sinfín de hipótesis pasan por tu cabeza, al hacer esta reflexión sientes una punzada en donde dicen que está el corazón y haces un pequeño esfuerzo por vencer el sentimiento negativo que está tratando de apoderarse de ti, pensando que eso ya pasó una vez, y lo más seguro es que vuelva a pasar porque inevitablemente todo cambia, con razón o sin ella, como consecuencia o no de tus actos, por la propia naturaleza o por la misma autodestrucción...un día te levantarás y te darás cuenta de que otra cosa, distinta o quizás igual a la de hoy, ha cambiado en tu vida.
martes, 24 de febrero de 2009
Sin respuesta
Permanecieron en silencio varios minutos, no es que no supieran qué decir, sino más bien no sabían cómo hacerlo, se habían dicho demasiadas verdades en tan poco espacio de tiempo que aún les costaba asimilarlas todas y el daño que había causado la primera estaba latente cuando llegó la última.
Seguían en silencio, pensando cada una en sus cosas, que bien podían ser las cosas de la otra, dándole vueltas a la situación, tratando de aclararse o de hallar un punto de inflexión en el que ambas se sostuvieran en pie sin tambalearse. No querían que todo se quedase ahí, y temían que en el fondo, el haber destapado la caja de Pandora las hubiera lanzado a cada una a un extremo de la tierra, abriendo ante ellas abismos insondables.
No alcanzaron a decir nada cuando el tiempo se agotó, todas las idas y venidas de sus pensamientos habían sido en balde, no quedaban palabras que explicaran, no había excusas que las sacaran del desastre, no había nada, porque finalmente supieron que la única respuesta es que no había respuesta, no existía por más que la habían buscado, no estaba en sus manos lo que sucedería con todo aquello, y ya sólo les quedaba, lo más difícil, esperar.
Esperaron, y sí, los abismos se hicieron reales, y todo lo que creyeron que sería casi eterno cuando se conocieron, aquella amistad que se forjó entre apuntes y notas escritas, con confidencias a horas intempestivas y lugares comunes, quedó relegada al olvido amargo y extraño donde se colocan los objetos rotos que ya no nos servirán jamás, pero que nos negamos a desechar.
Seguían en silencio, pensando cada una en sus cosas, que bien podían ser las cosas de la otra, dándole vueltas a la situación, tratando de aclararse o de hallar un punto de inflexión en el que ambas se sostuvieran en pie sin tambalearse. No querían que todo se quedase ahí, y temían que en el fondo, el haber destapado la caja de Pandora las hubiera lanzado a cada una a un extremo de la tierra, abriendo ante ellas abismos insondables.
No alcanzaron a decir nada cuando el tiempo se agotó, todas las idas y venidas de sus pensamientos habían sido en balde, no quedaban palabras que explicaran, no había excusas que las sacaran del desastre, no había nada, porque finalmente supieron que la única respuesta es que no había respuesta, no existía por más que la habían buscado, no estaba en sus manos lo que sucedería con todo aquello, y ya sólo les quedaba, lo más difícil, esperar.
Esperaron, y sí, los abismos se hicieron reales, y todo lo que creyeron que sería casi eterno cuando se conocieron, aquella amistad que se forjó entre apuntes y notas escritas, con confidencias a horas intempestivas y lugares comunes, quedó relegada al olvido amargo y extraño donde se colocan los objetos rotos que ya no nos servirán jamás, pero que nos negamos a desechar.
lunes, 23 de febrero de 2009
Se encontraron
Pero un día se encontraron como trenes de ida y vuelta en el andén...y así fue, al cabo de trece largos años, en los que se forjó su historia se encontraron nuevamente, siendo los mismos que en aquel entonces, pero recubiertos de otra piel, otros pensamientos, otros sentimientos, más maduros, más llenos, más completos quizás, o más perdidos que la primera vez, quién sabe, se encontraron al fin piel con piel, sintiendo de cerca el aroma del otro, el latir de su corazón, la respiración agitada o entrecortada, los susurros, las miradas llenas de emoción y las sonrisas cargadas de nervios por lo nuevo de la situación, por la sorpresa de que esta vez sí era posible. No sabían si durante todo ese tiempo estuvieron esperando, no les parecía que así fuera, cada uno había hecho su vida, a su manera, pero siempre habían dejado en un rincón de la memoria todos los deseos no cumplidos, marcados a fuego lento, llegando a pensar que eran inalcanzables, una utopía, la más bella y romántica de sus vidas. Seguro que en infinidad de ocasiones se habían imaginado junto al otro, como lo estaban ahora, la vida misma les había brindado varias veces la oportunidad pero sus partes racionales siempre pudieron más, desbaratando los planes de la pasión. Pero todo llega, y como trenes de ida y vuelta se encontraron, se abrazaron, se besaron y todo empezó de nuevo...otra vez, aunque sólo fuera por ese instante, fueron libres, se soñaron despiertos y supieron que lo que tantas veces imaginaron ese día se hacía realidad.
domingo, 1 de febrero de 2009
Semana
Hay semanas que empiezan con muchos alicientes, otras no tienen nada de atractivo, algunas se pasan volando, y unas cuantas parecen convertirse en meses, lo mismo sucede con los días, claro, pero hoy, me toca hablar de la semana, porque ésta ha sido la última del primer mes del nuevo año, y porque también ha sido una que finalmente se ha equilibrado ella solita, sin necesidad de que yo hiciera nada...
Los que me conocen saben de sobra que no me gusta hacer planes, los que hago suelen ser a corto plazo, o si no, siempre suelen ir acompañados de un "ya veremos", y no me gustan básicamente porque debido a una multitud de factores que parecen no existir pero sí que existen, todo puede verse alterado y esos planes terminar en la basura, o a ustedes no les pasa?
El caso es que esta semana, no tenía "demasiados" planes, en realidad más bien tenía alicientes, algunos se cumplieron sí, y otros se pospusieron o se anularon, y la semana con toda su intensidad, con todos sus grandes y pequeños detalles, buenos y malos momentos llega hoy a su fin, y a mí desde el domingo pasado hasta hoy me parece que han transcurrido mucho más que 7 días; mañana comenzará otra, quién sabe lo que nos traerá esta vez, quizás nuevos alicientes, algunos problemas para resolver, encuentros y desencuentros y mucho más o mucho menos, pero...será mañana...así que ánimo a todos y feliz comienzo!
Los que me conocen saben de sobra que no me gusta hacer planes, los que hago suelen ser a corto plazo, o si no, siempre suelen ir acompañados de un "ya veremos", y no me gustan básicamente porque debido a una multitud de factores que parecen no existir pero sí que existen, todo puede verse alterado y esos planes terminar en la basura, o a ustedes no les pasa?
El caso es que esta semana, no tenía "demasiados" planes, en realidad más bien tenía alicientes, algunos se cumplieron sí, y otros se pospusieron o se anularon, y la semana con toda su intensidad, con todos sus grandes y pequeños detalles, buenos y malos momentos llega hoy a su fin, y a mí desde el domingo pasado hasta hoy me parece que han transcurrido mucho más que 7 días; mañana comenzará otra, quién sabe lo que nos traerá esta vez, quizás nuevos alicientes, algunos problemas para resolver, encuentros y desencuentros y mucho más o mucho menos, pero...será mañana...así que ánimo a todos y feliz comienzo!
lunes, 26 de enero de 2009
Tengo
He elegido este vídeo por dos razones, una de ellas es la canción, que está versionada pero que aún así me sigue gustando muchísimo y la otra es por el vídeo en sí, los muñecos me recuerdan al tipo de material que a veces uso para mi trabajo, apoyo visual que le digo yo, para afianzar el aprendizaje.
Y la razón por la que quiero compartir esto es básicamente el título de la canción, "ain't got, i've got a life", puede que en nuestra vida no tengamos muchas cosas materiales, que a veces anhelamos, y que creemos que con ellas seríamos más felices, pero tenemos lo más importante, una VIDA...estamos VIVOS y además somos libres, libres para sentir a través de nuestros ojos, oídos, boca, nariz, manos, pies...a través de todo nuestro cuerpo, libres para experimentar, para vivenciar, para decidir, para elegir...
Tenemos una VIDA y LIBERTAD, ahora hagamos lo que mejor sabemos, VIVIR.
sábado, 24 de enero de 2009
Miedo
- ¿Tienes miedo? - La pregunta le retumbaba en el interior, esa voz, no podía quitársela de encima.
Agachó la cabeza, no sabía qué contestar, posó la mirada en sus zapatos, no estaban relucientes, nunca lo habían estado, por más que se lo había propuesto nunca consiguió que lo estuvieran, como eso, así le había pasado con casi todas las cosas de su vida, demasiados planes, demasiados propósitos, buenos propósitos, que no pasaron de ser proyectos, sin culminar por falta de tiempo, de ganas, de confianza.
Y la pregunta seguía latente, qué podía decir, que sí, que tenía miedo, que siempre lo había tenido, no sabía bien a qué, ni por qué, pero lo tenía, lo sentía dentro, agarrado a sus entrañas, devorando sus sueños, haciéndolos añicos. O que no, que ya, llegados a este punto no temía a nada, se sentía de vuelta de todo, y no encontraba nada que pudiera perturbar su más profundo sueño; mentía, se mentía a sí mismo, sabía que eso no era cierto, que hubo un tiempo en que el miedo lo dejó vivir en paz, dándole una tregua, pero de eso hacía ya mucho, demasiado, él era joven y no pensaba en lo que había de venir, y con el paso de los años le salieron arrugas en la piel, y en el alma, y de nuevo lo sintió, infundado o no, ahí estaba.
Comenzó a temblar, quizás por el frío, o quizás por la situación, antes o después de romper a llorar, no estaba seguro, temblaba, al principio con suavidad, como un ligero tintineo, y luego de manera incontrolada. No entendía qué era lo que le movía a ello, pero lloraba profundamente, echando en cada quejido toda la rabia contenida a lo largo de su vida, sentía que su corazón era un caballo desbocado, latiendo a toda prisa, golpeándole el pecho, se sintió morir y contra todo pronóstico, ahora no tuvo miedo, no le importaba lo que sucedería después, si se sentiría solo, si podría llenar el vacío que tenía dentro de sí, si encontraría a esa persona, si llegaría a evitar lo que hasta ahora le parecía inevitable, ya no importaba nada.
- ¿Tienes miedo? - Escuchó de nuevo, en lo que le pareció un susurro, levantó la mirada, sosteniéndola y contestó firmemente - no -
Una ola de paz lo invadió, dejaron de brotar lágrimas de sus ojos, y el aire penetró con serenidad y plenitud en sus pulmones, y su cuerpo desmadejado, agotado, se dejó vencer por el sueño y al fin descansó sin temer la llegada de la luz de la mañana.
Agachó la cabeza, no sabía qué contestar, posó la mirada en sus zapatos, no estaban relucientes, nunca lo habían estado, por más que se lo había propuesto nunca consiguió que lo estuvieran, como eso, así le había pasado con casi todas las cosas de su vida, demasiados planes, demasiados propósitos, buenos propósitos, que no pasaron de ser proyectos, sin culminar por falta de tiempo, de ganas, de confianza.
Y la pregunta seguía latente, qué podía decir, que sí, que tenía miedo, que siempre lo había tenido, no sabía bien a qué, ni por qué, pero lo tenía, lo sentía dentro, agarrado a sus entrañas, devorando sus sueños, haciéndolos añicos. O que no, que ya, llegados a este punto no temía a nada, se sentía de vuelta de todo, y no encontraba nada que pudiera perturbar su más profundo sueño; mentía, se mentía a sí mismo, sabía que eso no era cierto, que hubo un tiempo en que el miedo lo dejó vivir en paz, dándole una tregua, pero de eso hacía ya mucho, demasiado, él era joven y no pensaba en lo que había de venir, y con el paso de los años le salieron arrugas en la piel, y en el alma, y de nuevo lo sintió, infundado o no, ahí estaba.
Comenzó a temblar, quizás por el frío, o quizás por la situación, antes o después de romper a llorar, no estaba seguro, temblaba, al principio con suavidad, como un ligero tintineo, y luego de manera incontrolada. No entendía qué era lo que le movía a ello, pero lloraba profundamente, echando en cada quejido toda la rabia contenida a lo largo de su vida, sentía que su corazón era un caballo desbocado, latiendo a toda prisa, golpeándole el pecho, se sintió morir y contra todo pronóstico, ahora no tuvo miedo, no le importaba lo que sucedería después, si se sentiría solo, si podría llenar el vacío que tenía dentro de sí, si encontraría a esa persona, si llegaría a evitar lo que hasta ahora le parecía inevitable, ya no importaba nada.
- ¿Tienes miedo? - Escuchó de nuevo, en lo que le pareció un susurro, levantó la mirada, sosteniéndola y contestó firmemente - no -
Una ola de paz lo invadió, dejaron de brotar lágrimas de sus ojos, y el aire penetró con serenidad y plenitud en sus pulmones, y su cuerpo desmadejado, agotado, se dejó vencer por el sueño y al fin descansó sin temer la llegada de la luz de la mañana.
jueves, 22 de enero de 2009
Mentira vs Verdad
No me gustan las mentiras, no entiendo por qué llegamos a ese punto, sí, no me gustan y sin embargo alguna vez he mentido; pero con el paso del tiempo, he optado por la verdad, aunque a veces sea duro.
Están las mentiras piadosas, las mentiras a medias, las medias verdades, las mentiras por compromiso...¿acaso no son todas iguales? ¿por qué no aprendemos a decir lo que realmente pensamos, lo que realmente sentimos? si nos dan la opción ¿no preferimos escuchar eso?
Para mí, con cada mentira nos traicionamos a nosotros mismos, ya no se trata de engañar a la otra persona, sino de cuánto de fieles nos somos, y eso es lo que más me duele y lo que ahora me lleva a ir de frente. Por muy duras que puedan ser las verdades, desde el cariño y el respeto serán mejor llevadas, y sí, es posible que sea igual de difícil, decir que escuchar.
miércoles, 21 de enero de 2009
Destruyendo y construyendo
De mi época en Madrid, tengo muy buenos recuerdos, sobre todo aquellos que tienen que ver con mis clases de psicomotricidad, muchos de nosotros terminamos el curso sin saber bien en qué consistía esa disciplina pero con la certeza absoluta de haber invertido bien nuestro dinero, porque al menos a nivel personal nos sentíamos plenos.
Lo mejor era poder ir a clase con los niños y disfrutar con y de ellos, en un espacio libre para hacer lo que se les antojase.
Solía prepararles una pared de módulos para el inicio de las sesiones, sus caras al entrar y verla, lo decían todo, deseaban correr hacia ella y echarla abajo, luego, una y otra vez, volvía a colocar esos módulos, haciendo torres, y una y otra vez alguno venía y las destruía...lo mismo pasaba si otros niños decidían hacer casas, o cualquier otro tipo de construcción, siempre había uno, dos, tres, o más, que encontraban más divertido desbaratarlas, pasaba, que al final el grupo de los destructores ganaba más adeptos que el de los creativos ¿por qué?
¿Por qué empeñarse en destruir con lo bonito que es crear? he estado pensando en eso, y he llegado a mi conclusión, destruir no tiene porqué ser algo negativo, muchas veces es gratificante, y lo mismo pasa con crear, no siempre es positivo, hay momentos que incluso se vuelve frustrante...Mis niños necesitaban destruir y se sentían felices, les provocaba placer tirar una y otra vez las cosas, romper, deshacer, pero también eran capaces de llevar a cabo tareas de creatividad y estar igual de felices que antes. Creo que el problema está en el principio de esa frase, en el empeñarse...esta palabra encierra mucho qué decir, puede ser buena o mala dependiendo del contexto en el que se aplique, por eso empeñarse en destruir puede ser igual de perjudicial que empeñarse en crear, al final como siempre todo sigue siendo cuestión de equilibrio.
viernes, 16 de enero de 2009
Feliz día
Intensa,
profunda,
limpia y clara,
dulce,
llena de luz,
así es tu mirada, así eres tú.
Hoy es su día, lo llevaba esperando desde hace unas semanas, y al fin llegó, la he visto y estaba radiante, feliz, impresionada por la cantidad de gente que se ha acordado de ella... no es difícil verdad? una vez que la conoces, te cautiva y quieres que esté a tu lado para siempre, con ella las cosas son diferentes, más fáciles, porque a través de su mirada se puede observar otro mundo, con otros colores, con los que ella pinta, aunque diga que no es artista, lo es, en hacer buenos momentos, momentos de vino y cine, momentos de ingenuidad, de magia, de risas...por eso y por más, hoy quiero dedicarle este post, feliz día Burbuja!
jueves, 15 de enero de 2009
Una norma
"Nada es más simple, no hay otra norma, nada se pierde todo se transforma"
Me pregunto, cuánto de verdad hay en esta frase, ¿y si fuera el 100%? ¿si realmente nada se perdiera y todo se transformara en algo?... lo que fuera...¿cómo nos cambiaría eso? a veces sufrimos creyendo que hemos perdido una amistad, un amor, una situación, una estabilidad... y no vemos que con el tiempo eso "primero" va cambiando, mudando, para llegar a ser otra cosa, diferente de lo que era, puede que mejor o puede que peor, pero diferente.
Quizás no perdamos nada en esta vida, y todo siga girando adquiriendo nuevas formas, nuevos conceptos, puede que si lo vemos así, nos ayude a vivir desde otra perspectiva más positiva, sin tener que enfrentarnos a la desesperación que puede suponer una pérdida, sino a la expectación que trae consigo el aguardar que algo se transforme.
Como una gota de agua, desaparece pero no se ha perdido, sólo se ha convertido en vapor, para, quién sabe, volver un día de nuevo en su forma líquida, eso sí, distinta a la que era antes de transformarse.
miércoles, 14 de enero de 2009
Olores
Tú me dijiste una vez que los olores son las fotografías de las sensaciones, me lo dijiste como respuesta a mi pregunta de cómo podríamos hacer para volver a sentir lo mismo cuando recordásemos esas vivencias acumuladas de gran magnitud... estar con alguien en determinado momento y saber que eso no se volverá a dar igual, viajar por la carretera y llenar la retina de paisajes que cambiarán con el paso del tiempo, todos esos ratos que te llenan de vida... y hoy quiero decirte que tienes razón, si me llega el olor de los pinos soy capaz de sentir lo mismo que el día en que paseaba en medio de ellos...al abrir la puerta de mi piso por un instante viajo en el tiempo de las emociones...si camino por la calle y percibo el aroma de un perfume familiar, siento el abrazo de esa persona y lo bien que estaba a su lado...el olor a nuevo de un coche y lo felices que estábamos de estrenarlo...el del césped recién cortado, mediodías de sol y de risas entre apuntes...
Siempre recordaré cómo olía tu jersey los días en que hacía frío en el instituto y tú me lo ofrecías...olía a ti...a tu casa frente al mar...y en nuestro último encuentro, en tus abrazos, me encontré con él, con tu olor y volví atrás...aún estando lejos del mar y de todo lo que en su momento nos unió.
domingo, 11 de enero de 2009
Hombres y mujeres
En el fondo no somos tan diferentes, verdad?
He aquí otra de mis pasiones, la publicidad!
He aquí otra de mis pasiones, la publicidad!
sábado, 10 de enero de 2009
El lobo
El lobo ha vuelto.
LLevaba tiempo acechándome, lo podía notar a ratos, paralizando la circulación de mi sangre, quieto, aguardando el momento para saltar sobre mí, y clavarme sus afilados dientes.
El veneno diario no pudo con él, sólo lo mantuvo alejado un tiempo, dándome una tregua que ahora se me antoja corta, quizás, yo sin querer haya propiciado su regreso, no lo sé, pero ha vuelto y cada día me hace pensar que estará más tiempo del esperado, alimentándose de mi cuerpo.
No me deja pensar con claridad, me araña por dentro, me desgarra, haciéndome suspirar, me paraliza, menguando el ánimo, la razón, las ganas.
No quiero dejarme vencer y abandonarme, pero el lobo sabe que todo está revuelto dentro de mí, y se aprovecha, porque el caos es su aliado.
...Ahora sólo imagino el veneno líquido fluyendo por mis venas, en busca de sus colmillos, debilitando sus fauces, su mordida, devolviéndome mi entera capacidad.
LLevaba tiempo acechándome, lo podía notar a ratos, paralizando la circulación de mi sangre, quieto, aguardando el momento para saltar sobre mí, y clavarme sus afilados dientes.
El veneno diario no pudo con él, sólo lo mantuvo alejado un tiempo, dándome una tregua que ahora se me antoja corta, quizás, yo sin querer haya propiciado su regreso, no lo sé, pero ha vuelto y cada día me hace pensar que estará más tiempo del esperado, alimentándose de mi cuerpo.
No me deja pensar con claridad, me araña por dentro, me desgarra, haciéndome suspirar, me paraliza, menguando el ánimo, la razón, las ganas.
No quiero dejarme vencer y abandonarme, pero el lobo sabe que todo está revuelto dentro de mí, y se aprovecha, porque el caos es su aliado.
...Ahora sólo imagino el veneno líquido fluyendo por mis venas, en busca de sus colmillos, debilitando sus fauces, su mordida, devolviéndome mi entera capacidad.
jueves, 8 de enero de 2009
En busca de...
No se dejó convencer, no escuchó las muchas voces amigas que le decían que se quedara, que no emprendiera tan largo viaje, no se dejó convencer porque sólo oía la voz de su corazón, que latía más fuerte a medida que el reloj avanzaba en el tiempo. No quiso mirar atrás porque sabía que se encontraría con los ojos de ella, llenos de recuerdos, de lágrimas, salpicados por súplicas silenciosas; no hallaría reproches, estaba hablado, ambos lo entendían, ambos deseaban irse lejos, buscando nuevos horizontes, pero llegado el momento a ella le faltó el coraje y le sobró el miedo, por eso sabía que de sus labios no saldría nada parecido a un "quédate", pero sus ojos...sus ojos no mentían, anhelaban acompañarlo, encharcados en tristeza no sólo por la pérdida que estaban presenciando sino también por la renuncia a un sueño, a su sueño...
Y de eso se trata, no sólo es cuestión de elegir, sino de luchar por esa elección, convenciéndonos cada día de que nuestros sueños merecen la pena, que siempre habrá algo que dejar atrás, ya sea de nuestro agrado o no; deberíamos hacernos un "chequeo" para conocer cuáles son realmente nuestros deseos personales y si somos lo suficiente fieles a ellos para estar seguros de que, no nos dejaremos convencer si llegado el momento decidimos marchar en busca de ellos.
miércoles, 7 de enero de 2009
Sonrisas
Una vez, ella me contó la historia... Un día se encontró de frente con la vida, y ésta le preguntó cómo era que siempre había tenido una sonrisa a pesar de la situación que estuviese atravesando; ella contestó que si bien era cierto que había tenido momentos de todo tipo a lo largo de sus años, desde siempre creyó que, llevando una sonrisa los malos ratos serían un poco menos malos, los silencios incómodos, se volverían algo más agradables si eran rotos por unas carcajadas, los días grises podían terminar luciendo un arcoíris con ese simple gesto e incluso comprobó, que había una relación causa-efecto en el hecho de mostrar una sonrisa sincera cuando se encontraba frente a alguien, se producía un contagio, para el que no se necesitaba vacuna, porque los efectos sólo podían ser positivos.
La vida pensó que eso no había debido de ser fácil, porque sabía a ciencia cierta lo que le había hecho pasar, pero que sin embargo ella tenía razón, y el poder de una sonrisa era inimaginable, pudiendo compararse al de un abrazo sentido y profundo.
Y, ella supo decirle que había entendido que uno no elige lo que le toca vivir y que por eso es mejor ir provisto de buenos recursos, nacidos en el interior, como por ejemplo "la sonrisa"
La vida pensó que eso no había debido de ser fácil, porque sabía a ciencia cierta lo que le había hecho pasar, pero que sin embargo ella tenía razón, y el poder de una sonrisa era inimaginable, pudiendo compararse al de un abrazo sentido y profundo.
Y, ella supo decirle que había entendido que uno no elige lo que le toca vivir y que por eso es mejor ir provisto de buenos recursos, nacidos en el interior, como por ejemplo "la sonrisa"
lunes, 5 de enero de 2009
Probemos a ver si funciona
Mirando el correo, he descubierto uno que me habían mandado hace días y que aún no había abierto, a veces soy así con los fwds pero resulta que éste merecía la pena, al menos la impresión con la que me he quedado ha sido y es muy buena. No conozco a este grupo, y el título "the year of the rat" no tiene nada que ver, a lo mejor es que en el fondo las ratas son unas sentimentales...todo es posible; pero me ha gustado la música y el vídeo más, así que, ahora que por fin me han enseñado el camino para subir vídeos al blog (gracias!) quiero compartirlo con ustedes, espero que lo disfruten.
sábado, 3 de enero de 2009
Deray
Algunos me han preguntado que por qué mi nick en el msn es "deray" y aquí les dejo mi respuesta, más amplia que de costumbre...
Ya he contado que me encanta la música, y hay una canción de Rosana que cuenta la leyenda de Deray "la cara oculta de la luna", desde que la escuché me gustó, y pensé que era un buen apodo, que representaba lo que yo en ese momento sentía, con el tiempo no he querido cambiarlo porque creo que en el fondo todos tenemos una cara oculta, que sólo dejamos ver de vez en cuando. A lo mejor a unos les parece triste, a otros bonito, y al resto no les dice nada, a vuestra elección lo dejo...
"Se oye hablar de un canto de mujer
nadie la ha podido ver,
la leyenda habla de una voz sin piel,
desde el cielo llora y sin querer
deja lágrimas caer
cuando llueve todos dicen que es, Deray.
La voz de la tristeza es Deray
Nadie estuvo en el amanecer
de los tiempos, pero creen
que la luna allí se enamoró de él
dice el viento que ella se acercó
tanto, que su rostro ardió
y por eso esconde su dolor, Deray
La cara oculta de la luna es Deray
Amor letal, que canta para no llorar.
Luna, canta para él,
amanece y cuentan que
en los días de calor
el Sol muere de pasión,
y el mar son lágrimas que hizo llover
la voz de la tristeza, Deray"
Ya he contado que me encanta la música, y hay una canción de Rosana que cuenta la leyenda de Deray "la cara oculta de la luna", desde que la escuché me gustó, y pensé que era un buen apodo, que representaba lo que yo en ese momento sentía, con el tiempo no he querido cambiarlo porque creo que en el fondo todos tenemos una cara oculta, que sólo dejamos ver de vez en cuando. A lo mejor a unos les parece triste, a otros bonito, y al resto no les dice nada, a vuestra elección lo dejo...
"Se oye hablar de un canto de mujer
nadie la ha podido ver,
la leyenda habla de una voz sin piel,
desde el cielo llora y sin querer
deja lágrimas caer
cuando llueve todos dicen que es, Deray.
La voz de la tristeza es Deray
Nadie estuvo en el amanecer
de los tiempos, pero creen
que la luna allí se enamoró de él
dice el viento que ella se acercó
tanto, que su rostro ardió
y por eso esconde su dolor, Deray
La cara oculta de la luna es Deray
Amor letal, que canta para no llorar.
Luna, canta para él,
amanece y cuentan que
en los días de calor
el Sol muere de pasión,
y el mar son lágrimas que hizo llover
la voz de la tristeza, Deray"
viernes, 2 de enero de 2009
Un lugar soñado
Me encanta la música, a través de ella consigo evadirme y sentir desde la más profunda tristeza hasta la alegría más desbordante. Y hoy, en especial, quiero hablaros de Ismael Serrano, no sólo por su música, sino más bien por sus letras, cargadas de sentimiento, de ideas, de luchas, de reivindicaciones, a parte de ser, al menos para mí, un gran canta-autor, es además un buenísimo escritor y contador de historias. Lleva muchos años acompañándome en mi camino, y nunca me ha decepcionado, siempre he anhelado el momento en el que me cantase alguna historia de la calle, de esas que nos pasan a ti y a mí y que no siempre tienen final feliz.
Hoy es un día de esos en los que se cierne sobre mi cabeza un manto gris, pero que no conseguirá doblegarme, voy en busca del lugar soñado...en busca de Peumayén...
"Bienvenidos a Peumayén. Aquí se mezcla el sueño y la realidad. No en vano Peumayén quiere decir en la lengua de los indígenas mapuche del cono sur latinoamericano "lugar soñado". Desde que aquí parten los barcos para regresar con sus redes cargadas de sueños, los habitantes de Peumayén, hombres y mujeres despiertos, otean más allá del horizonte tratando de encontrar la esperanza que alumbra de vida las olas que chocan contra nuestro malherido malecón, la luz de nuestro faro nunca se apaga, para que su eterno parpadeo avise a todos los navegantes de que aquí siempre encontrarán refugio, aquí siempre serán bienvenidos. Y ahora, desde este lugar soñado, asumamos el reto de estar vivos y abramos ventanas a la esperanza, certeza de futuro, motor de vida. Ismael Serrano"
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